El agua: ¿bien común o fuente de conflictos?

Para el mundo occidental, pensar en el agua como algo peligroso o conflictivo puede resultar difícil. Esto se debe a que en los países más desarrollados basta con abrir el grifo y podemos obtener agua limpia, potable, y de calidad. Sin embargo, en otras zonas del mundo (cada vez en más), el agua y el acceso a ella es un problema muy serio, creciente, y cada vez más conflictivo. 

Según El País, "cerca de 2.200 millones de personas no beben de forma segura", además, "800.000 hombre, mujeres y niños de países pobres mueren al año por falta de higiene y agua adecuada". La ONU añade, asimismo, que la demanda de agua superará en un 40% la oferta. 

Mientras el aumento de la población y el desarrollo económico impulsan la demanda de agua, el cambio climático se encarga de disminuir los suministros de agua en todo el mundo, lo que aumenta a paso ligero la cantidad de personas que sufren problemas severos por la escasez de agua. 

Debido a esta creciente necesidad de suministro de agua, los conflictos por el control de la misma son ya numerosos, destacando el conocido enfrentamiento entre India y China por el control de los ríos que suministran la zona del norte de India. Este enfrentamiento, situado principalmente en el valle de Galwan, por el que fluye un afluente del río Indo, se ha saldado ya con el fallecimiento de 20 soldados indios a manos de soldados chinos. Ahora, China construye estructuras en el río que podrían reducir el flujo de agua del río hacia India. 

Por tanto, observamos como los conflictos en los que el agua es utilizada como arma de guerra u objetivo militar suceden en la actualidad y se corre el riesgo de que, a medida que la escasez del recurso aumente, los conflictos por el control del mismo aumenten.

Además, la escasez de agua también está forzando a un gran número de personas a migrar a países vecinos o cercanos con un mayor suministro. Sin embargo, la escasez de agua física en un país no se debe analizar de manera aislada, sino que requiere un análisis más complejo. Por ejemplo, Omán presenta niveles de sequía más altos que Irak, pero debido a una mejor infraestructura hídrica y menores índices de corrupción política, es más atractiva para los migrantes que abandonan sus países por falta de agua. 

Por último, cabe mencionar que en ciertos países, como en Arabia Saudita, se utilizan técnicas para aumentar la oferta de agua potable tales como la salinización del agua, que suponen la oferta de aproximadamente el 50% del suministro de agua del país. Parece, por tanto, que es posible, apostando por la innovación tecnológica, elaborar nuevas formas de suministrar agua para combatir la escasez que no conlleven a la popularización de este tipo de conflictos.  






Comentarios

  1. Nunca había pensado en el problema de la escasez de agua como detonante de conflictos armados, muy interesante la amplia perspectiva internacional. Por otro lado, incluso en España los embalses están al mínimo de su capacidad.

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